Historia de las galletas

Las galletas son un alimento mundialmente conocido. Las galletas nos han acompañado desde pequeños, ya sea en el desayuno, durante la merienda o como aperitivo las galletas son una gran comida, sin embargo, ¿cuándo aparecieron? ¿Cómo aparecieron? Si quieres saber las respuestas a estas preguntas, te invito a que te quedes conmigo, comenzamos.


Las Galletas. Este bocado dulce o salado tan popular en todo el mundo tiene su origen hace 10.000 años, y fueron los humanos nómadas quienes lo descubrieron, ante la gran necesidad de alimentos fáciles de transportar y con un alto aporte de energía. Los incesantes viajeros descubrieron las galletas por mera casualidad, se dice que por error sometieron a una pasta de cereales a altas temperaturas. Esta primera galleta no tenía aún levadura y tomaba la misma consistencia que el pan. Esta es la hipótesis más común entre la mayoría de historiadores gastronómicos, no obstante cuando llegamos a la Edad Antigua y la Edad Media las opiniones difieren.


Los griegos, por ejemplo para los largos viajes en barco llevaban pan ácimo. Siendo éste una simple masa cocida de harina de cereal y agua que era muy habitual.


Otra hipótesis nos dice que durante la Edad Antigua se elaboraba algo muy parecido a lo que hace 10.000 años hacían. Fue en Roma en el siglo III cuando el chef Apicius coció una masa de cereales por un lado y por otro y la bautizó como «Bis Coctum», muy similar a «galleta» en inglés, biscuit.


Otras también datan su origen en las cortes de China y en Persia, donde se consumían pasteles y galletas de gran calidad durante el siglo II.


Prácticamente todas las grandes culturas de la antigüedad;  la Persa, Asiria, Egipcia, Judía, Griega, Romana y otras procedentes de Oriente, usaron estos cereales cocidos para combatir el hambre durante las largas caminatas y los fieros combates, siendo este un alimento habitual de militares y marineros, aunque  también estaban en las despensas de los campesinos . Pero es casi imposible saber el origen exacto de este primitivo familiar de nuestras galletas actuales


Ya en la Edad Media el consumo de esta masa sin levadura fue en aumento, a la que se le añadía jugo de carne y huevo. Era alimento sobre todo de campesinos, tripulantes de navíos o ejércitos de moros y cristianos, más o menos igual que en la Edad Antigua. A partir de ahí el famoso dulce comenzó a llamarse «galleta», inspirándose en una crepe muy consumida en Francia en el siglo XIII que se llamaba galette.


Fueron los Medici, una poderosa familia adinerada que residía en Florencia durante el siglo XIV, quienes les dieron a las galletas un status de dulce elegante y refinado, al servirlas a la Corte. Desde este momento comienzan a incluirse más ingredientes en su elaboración y también a idearse nuevas formas de presentarlas.


Durante los siglos XVI y XVII, la galleta ocupó un lugar preferente en las bodegas de barcos, navíos de vela, carabelas y buques.

El uso de la galleta como sustituto del pan se generalizó en expediciones, travesías largas y  guerras, por lo torpe y costoso que resulta el transporte del pan, dado su gran volumen y la imposibilidad de una larga conservación.

Hasta este momento se le podían mezclar ingredientes, pero todos eran un actor secundario en la elaboración. Durante los siglos XVII y XVIII, todo el azúcar que se consumía en Europa procedía de las plantaciones americanas de caña de azúcar.

Era un bien escaso, no obstante durante las festividades señaladas se fabricaban galletas en casa, con un nuevo ingrediente principal el azúcar, y se vendían en las panaderías más reputadas, aun así siguió siendo un capricho reservado a las clases adineradas.

La preparación a nivel casi industrial no se produce hasta el siglo XVIII, cuando se pasa de elaborarlas en pequeños negocios a fábricas donde la producción aumenta en grandes proporciones. Pero fue ya en el siglo XIX cuando la galleta llegó a su total consolidación. La revolución industrial produjo que la galleta adquiriera un protagonismo propio en la industria alimentaria.

La gran movilidad de la población hace que las galletas se conviertan en la comida de viaje ideal, ya que podían aguantar meses o incluso años sin estropearse. Además de los cambios de fabricación en pequeños negocios a grandes industrias, es muy destacable que baja el precio de la harina y de la levadura, convirtiendo incluso las galletas más elaboradas en un alimento asequible. De este modo, está horneada masa circular adquiere protagonismo en la industria alimentaria, apoyándose en el sabor, la calidad y el precio. A medida que avanza la industria y se van mezclando culturas, se desarrollan nuevas recetas. 

A partir de este instante  se dan cuenta de que las galletas pueden tener estampados comestibles, o incluso ser un alimento salado. Así nacieron las delicias de Navidad, en alemán "springerle", galletas de anís, galletas de mantequilla, galletas de canela con almendras, crackers o los famosos Bretzel

Por ejemplo; En Estados Unidos la cookie se convierte rápidamente en símbolo nacional, y en Europa nada más acabar la Segunda Guerra Mundial se popularizan las galletas recubiertas de chocolate.

Hoy en día son un manjar apto casi para todos los gustos y al alcance de todos los bolsillos. La galleta está consolidada como un alimento con identidad propia, acompañándonos en las horas del desayuno o como snack entre horas.

Y esto ha sido todo por hoy. Si te ha gustado este vídeo te dejo en pantalla nuestra sección de historia de la gastronomía, donde tratamos el origen de las comidas más famosas del mundo. Si te ha gustado este vídeo déjanos un like o un comentario y si te gusta nuestro contenido no dudes en suscribirte, que no te vamos a cobrar nada. Nosotros nos vemos el domingo de esta semana con más contenido en el canal. Hasta la próxima.


Jesús I.G.  @ddh_yt


Bibliografía





 

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