Mary Celeste

 La leyenda del Mary Celeste es la leyenda acerca de barcos fantasma por excelencia. Déjeme que le cuente la historia. Nos desplazamos a la ciudad de Nueva York, en el año 1872, en concreto a octubre de 1872. En aquel momento de la historia la ciudad de Nueva York se estaba comenzando a modernizar. En el puerto había un trajín de movimiento impresionante; los primeros barcos de vapor comerciales entraban y salían del puerto.


Está la historia del capitán Bricks. Bricks y toda su familia habían sido capitanes de barcos de altura. Tenía 36 años cuando consiguió su certificado de capitán de navío para todas las cargas en todos los mares. Bricks era una persona bastante seria, no todos lograban sacarse esa certificación. Bricks era de los pocos en contar con ese honor. En ese año Bricks había comprado una parte de un pequeño bergantín que recibió el nombre de Mary Celeste.


Para este viaje, Bricks, llevaría a bordo a su mujer y a su hija. Para este momento de la historia, el viejo mito de que llevar mujeres a bordo traía mala suerte había quedado atrás. No era la primera vez que su mujer le acompañaba a bordo en uno de sus largos viajes, de hecho el capitán Bricks disfrutaba de la compañía de su mujer, él no era el típico marinero de una mujer en cada puerto.


La carga de este viaje sería de 1071 barriles de alcohol industrial con destino Génova. La carga tenía el mismo valor que todo el barco, y pertenecía a una empresa alemana de productos químicos. Sin embargo, había que tener muchísimo cuidado con una carga tan volátil. Los hombres de Bicks prepararon la carga con sumo cuidado, al contrario de lo que se puede encontrar en algunos escritos, estos marineros no eran gente sacada de la calle. Eran marineros de toda la vida muy profesionales, por lo que sería un viaje bastante fácil.


Caminando por el puerto, el capitán Bricks se encontró con un antiguo compañero suyo, el capitán Morehouse. Morehouse invitaría a la familia al completo a cenar en uno de los mejores restaurantes de Nueva York. Durante la cena, Bricks descubriría que el capitán Morehouse saldría 15 días más tarde con dirección a Mesina, por lo que ambos acordaron encontrarse en Italia para las fechas de Navidad.


El 5 de noviembre de 1882 el capitán Bricks saldría del puerto de Nueva York con dirección a la Isla de Santa María, en las Azores, y nunca se sabría nada más de su tripulación.


El capitán Morehouse cruzaría las Azores en torno al 5 de diciembre de ese mismo año. Allí en zona sumamente calmada del Océano Atlántico vio un barco parado, con las velas arriadas. Esto podia significar 2 cosas, la primera es que quien fuera el capitán de ese velero era un tonto, la segunda era que ese capitán no tenia prisa. 


Desde la cubierta, y con la ayuda de un catalejo, vería como el barco estaba actuando de una forma errática. Ese velero además tenía una bandera de ayuda desplegada. Nada más enfilar el barco en dirección hacía el velero misterioso una sensación de pánico se adueñó de Morehouse. 


El capitán Morehouse ordenaría a 3 de sus hombres que fueran a investigar el misterioso velero. Una vez entraron en el mismo se dieron cuenta de que allí no había nadie. La carga estaba intacta y las bombas de achique estaban en orden. En los camarotes todo estaba en orden, no faltaba nada. Pero no había nadie. La última fecha en alguna carta de navegación era del 25 de noviembre. El barco no tenía un bote salvavidas, ya que las cuerdas estaban amarradas a los pescantes del barco, lo que indicaba que este barco no poseía un bote salvavidas. Lo único extraño que se encontró fue una brújula rota que estaba en el suelo.


La cuaderna de Bitácora no haría sino aumentar las dudas. La última entrada se había añadido a 600 millas náuticas de ahí en la isla de Santa María. Ese barco llevaba abandonado muchísimo tiempo.  El pequeño equipo enviado por Morehouse le haría un reporte. Morehouse se desmayó al oír el nombre del barco, era el barco de su amigo Bricks. Morehouse llevaría el barco hasta el puerto de Gibraltar y allí reclamó una recompensa.


Calamares gigantes, piratas, culebras marinas... Muchas fueron las teorías. La leyenda original nos dice que los marineros eran gente sacada de la calle, cosa que no es cierta, y que se habrían bebido el alcohol, industrial, y después habrían acabado con la vida del capitán Bricks, su esposa y su hija. No voy a desarrollar esta teoría, todos sabemos qué ocurre si bebes alcohol industrial.


La teoría del motín tampoco tenía sentido, en la época un motín significaba pena de muerte y no había signos de violencia.


Viajamos 12 años atrás en el tiempo. El Mary Celeste se está empezando a construir en el enclave portuario de Spencer Island, en Canadá. Había sido el primer barco construido por la compañía de los vecinos de la región. El primer nombre de este barco sería el “Amazon”, y comenzaría a navegar en 1861. El primer capitán del primer barco de un astillero fallecería sin haber entregado la carga en su primer viaje. 


En su segundo viaje el “Amazon” hunde dos botes pesqueros al haberse enredado con sus redes de pesca. Tras realizar el viaje a Londres y cruzar por el estrecho de Dover embistió a otro velero. El otro velero se hundió en minutos y parte de su tripulación murió. El barco era un gran velero, pero no dejaba buenos dividendos ya que el capitán tenía unas extrañas mañas. El capitán Thompson sería despedido, y acto seguido este capitán encalló el barco en una zona rocosa del Bretón.


El “Amazon” sería comprado por una miseria y sería conocido como el “Mary Celeste”. Su nuevo dueño fue embargado por las deudas que le había causado la reparación del mismo barco y ante esto decidió suicidarse de un tiro en la cabeza. Fue de esta manera como llegó a las manos del capitán Bricks, él cual reparó y amplió el barco. A pesar de esto, el Mary Celeste era un barco maldito.


El otro propietario del barco decidió venderlo. Durante los años siguientes otro capitán más murió durante su primer viaje. Era el tercer capitán que moría en su primer viaje. Posteriormente en un viaje a Puerto Príncipe, Haití, el capitán Parker encalló el Mary Celeste de manera deliberada para reclamar el seguro. Sin embargo el capitán sería pillado con las manos en la masa y moriría 3 meses después, en su primer viaje. Sus compinches acabaron suicidándose o en un hospital psiquiátrico.


El pecio del Mary Celeste se puede visitar a día de hoy en Haití, cerca de Puerto Príncipe, pero aún no se sabe que ocurrió con la tripulación del Mary Celeste.

  Bibliografía:


 


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