¿Por qué no tenemos tanto pelo?
Hace unos 165 millones de años una pequeña criatura llamada Megaconus habitaba el noreste de China. Pero Megaconus aún no era un mamífero, pertenecía a un grupo de animales similares a los mamíferos, pero aún no era uno. Sin embargo, cuando los paleontólogos encontraron restos de pelo en los fósiles de esta especie las preguntas comenzaron a surgir. Al parecer la historia del pelo era mucho más antigua de lo que nosotros pensábamos.
El pelo es una característica que distingue a todos los mamíferos del resto de grupos animales como lo pueden ser los peces o las aves, sin embargo, nosotros, los humanos, no tenemos tanto pelo como otras especies de mamíferos, de hecho somos la única especie dentro del grupo “primates” que no tiene una capa de pelo como tal. Todo en esta vida tiene su porqué, y que los seres humanos vayamos “desnudos” por el mundo también.
Este pequeño cambio, que parece algo estúpido, ayudó al ser humano a regular mejor su temperatura corporal, y de forma final, dio forma al ser humano moderno, a nosotros.
A pesar de lo que te pueda parecer, o de lo que tu puedas pensar, el pelaje de los mamíferos y el pelo de los humanos es la misma cosa. A pesar de que no sabemos cómo evolucionó o cuando apareció el pelo, sabemos que es algo muy antiguo.
El pelo evolucionó para mantener a los animales calientes, consiguiendo atrapar pequeñas bolsas de aire contra la piel, lo que previene la pérdida de calor del cuerpo. Hoy en día el pelo tiene otras mil funciones más, por ejemplo, en climas cálidos como la sabana africana, previene que la radiación ultravioleta llegue a la piel. En otros ecosistemas puede actuar como un camuflaje, y en algunos animales puede hacerles parecer más grandes de lo que realmente son e incluso ciertos patrones de colores pueden espantar a los insectos.
Pero como tiene cientos de ventajas, también tiene alguna que otra desventaja. Por ejemplo, la gran mayoría de mamíferos tienen que jadear como lo hace un perro para poder reducir su temperatura corporal. En la mayoría de climas es suficiente con jadear un poco para reducir la temperatura corporal, pero en los climas cálidos no es suficiente, y también es necesario que los animales descansen un poco a la sombra durante las partes calurosas del día.
Para evitar este problema algunos mamíferos optamos por sudar, lo que hace que gracias a la evaporación del sudor perdamos parte de nuestra temperatura corporal. Pero en un clima cálido perder agua no es lo que realmente necesitas, más aún si el sudor te empapa el pelaje e impide la pérdida de calor.
¿Pero entonces por qué nosotros no tenemos pelo? ¿Por qué hemos desarrollado un cuerpo que tiene la piel expuesta a los elementos?
La respuesta yace en otro aspecto dentro de la evolución humana, el ser bípedo. Por lo general, un gran cambio suele ir acompañado de otros más pequeños. Cuando especies como el Australopithecus, nuestro antepasado, aparecieron en el este de África hace unos 4 millones de años, fue cuando nuestros antepasados comenzaron a perder pelo.
Diferentes fósiles de fémures, huesos de la cadera, huesos del pie, nos muestran que estos ya eran capaces de caminar en 2 patas, pero los huesos de los hombros y los dedos muestran que también esta especie pasaba parte del tiempo en las copas de los árboles. Fue hace unos 2 millones de años cuando apareció el género Homo, y nuestros antepasados se centraron únicamente en la vida en el suelo y nos volvimos bípedos.
El Homo Erectus fue un paso más allá. Su figura, más parecida a la del humano moderno, le dio a este homínido más estabilidad a la hora de correr si lo comparamos con especies como el Australopithecus, que más que correr iba dando bandazos. Es justo en este punto de nuestra historia que dejamos de ser presas, y nos volvimos depredadores, desarrollando una estrategia de caza única en el reino animal, la caza por agotamiento.
La caza por agotamiento consiste, en pocas palabras, en perseguir a una presa hasta que esta colapsa del calor o de agotamiento. Podrás ser más rápido que un ser humano, y en un primer momento te podrás librar de él, pero nunca podrás escapar.
Recientemente un grupo de antropólogos ha descubierto que el Homo Erectus posiblemente usará esta estrategia para cazar, pero lo más impactante es que podían correr durante 5 horas seguidas sin necesitar una pausa para tomar agua. Nosotros hemos continuado con ese legado, bueno yo no, yo necesito un motivo para correr, pero el ser humano es la única especie animal que tiene este estilo de caza.
Pero para el Homo Erectus u otras especies de homínidos del Pleistoceno, este estilo de caza podía ir acompañado con un alto riesgo de muerte por sofoco, así que existe una relación entre la pérdida de vello corporal y el desarrollo de este estilo de caza. Los homínidos con menos pelo sudarían mejor y de manera más eficiente, lo que les haría bajar su temperatura más rápido sin la necesidad de beber agua.
¿Pero perdimos el pelo antes o comenzamos a correr primero? ¿Era calvo el Australopithecus o el Homo Erectus tenía más pelo que un oso? Desgraciadamente para responder estas preguntas los fósiles no son útiles. Sin embargo si lo es conocer el clima de estas especies extintas, por ejemplo para el Australopithecus hubiera sido imposible sobrevivir sin una buena capa de pelaje por su ecosistema, ya que no producía el calor suficiente para mantenerlo vivo por las noches.
La respuesta a estas preguntas se encuentra en el color de nuestra piel. Un estudio publicado en el año 2004 refleja que el gen asociado con una tonalidad de piel más oscura habría aparecido hace 1,2 millones de años. Este gen llamado MC1R sugiere que hace un millón doscientos mil años los homínidos ya no tenían tanto pelo y tenían una piel más oscura, adaptada a largas exposiciones al sol. ¿Y qué homínido habitaba África hace un millón doscientos mil años? El Homo Erectus. Estos primeros cazadores pasaron sus genes a las siguientes generaciones, hasta que la pérdida de vello corporal hubiera sido la idónea.
Con estos cambios hechos en el cuerpo del Homo Erectus se podía conseguir más carne, y a base de consumir más carne, mejoraron otros órganos dentro del cuerpo de nuestros antepasados como el aumento de tamaño de sus cerebros, lo que les llevó a poder desarrollar mejores herramientas o incluso a ser capaces de hablar y comunicarse.
Bibliografía:
Por qué no tenemos tanto pelo. Disponible en: https://www.muyinteresante.com.mx/cuerpo-mente/por-que-los-seres-humanos-no-tenemos-la-piel-cubierta-de-pelaje-como-otros-mamiferos/
El pelo. Una exclusividad de los mamíferos. Disponible en: https://vertebrados.wordpress.com/trabajos-practicos-2017-5/mamiferos-temas-especiales/el-pelo-una-exclusividad-de-los-mamiferos/
Por qué no tenemos tanto pelo. Como los seres humanos perdieron el pelaje. Disponible en: https://terraeantiqvae.com/group/prehistoria/forum/topics/como-los-seres-humanos-perdieron-el-vello-corporal
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