La primera vuelta a África.

Hoy tenemos un tema de exploración. Y es que hoy hablaremos de la primera vuelta a África. Seguro que estás pensando en los grandes exploradores del siglo 15 y 16, con sus imponentes navíos que surcaban los mares de todo el mundo. Grandes nombres como el de Cristóbal Colón, Vasco da Gama o Fernando de Magallanes, pero, ¿quién fue el primero de ellos en circunnavegar África? Pues resulta que ninguno de ellos.


Para conocer esta increíble historia debemos viajar mucho más atrás en el tiempo. Debemos olvidarnos de todos esos enormes barcos y de los nombres de estos grandes exploradores. Si me lo permite, viajemos a los tiempos del faraón Necao II, en torno al año 600 a.C.


Según nos cuentan los textos recogidos en Egipto por el historiador griego Heródoto, el faraón Necao II le había encomendado a los marineros fenicios el descubrimiento y la extensión de toda África, en ese momento conocida como Libia por los griegos. En el libro 4 de “Historias” Heródoto nos narra el viaje de los fenicios, quienes iniciaron su viaje en el extremo norte del Mar Rojo, saliendo al Océano Indico y recorrieron la costa del África Oriental.


Los barcos de estos marineros no eran muy grandes por lo que navegaron recorriendo las costas de África. Los fenicios eran unos marinos excelentes, y gracias a una impecable planificación, en los meses de otoño hicieron puerto y comenzaron a plantar semillas y a cazar por la zona. Descubren un poco la zona de los alrededores de donde habían fondeado y con la llegada de la primavera volvían a partir, bien descansados y con las bodegas llenas de bienes y alimentos.


Los fenicios emplearon más de dos años en hacer este increíble viaje, y en él recorrieron las aguas del Océano Índico, el Cabo de Buena Esperanza, el Océano Atlántico y el golfo de Guinea, para acabar el viaje cruzando por las Columnas de Heracles y recorriendo el mar Mediterráneo para volver al río Nilo.


Sin embargo, ¿es cierta toda esta historia? Existen varios problemas acerca de la veracidad de esta impresionante historia recogida por Heródoto en Egipto. Acerca de este increíble viaje solo existe la fuente de Heródoto, no hay ningún otro historiador de la Edad Antigua que haya recogido este viaje en sus obras, solo tenemos los textos de Heródoto, y sabemos que Heródoto no saco sus fuentes históricas de una biblioteca o de internet, como hacemos nosotros a día de hoy, sino que él sacó esta historia de oídas cuando visitó Egipto, es decir, las fuentes son los propios habitantes de Egipto en aquel momento, algo bastante poco fiable.


Para descubrir si esta historia es verdad o no, debemos analizar a fondo la historia que le contaron a Heródoto los habitantes de Egipto, así que comencemos.


Lo primero que podemos decir, es que la tripulación no estaba compuesta solo por navegantes fenicios. En ella, también había marineros egipcios, quienes tomaron el mando de la expedición desde un inicio, ya que para ellos las aguas del Mar Rojo y de la costa este africana no les eran desconocidas, pues comerciaban asiduamente con el país de Punt, en la actual Etiopía y con el país de Saba, en lo que hoy es Yemen.


Posiblemente la expedición fondeó en la bahía de Santa Elena, en la actual Sudáfrica y allí plantaron trigo para reabastecerse y seguir la primavera siguiente hacia el Cabo de Buena Esperanza. 


Con la ayuda de la corriente de Benguela consiguieron recorrer la costa suroccidental de África hasta llegar al golfo de Guinea. Allí consiguieron cabotear de una manera muy sencilla gracias a la corriente de Guinea, pero a partir de este punto el viaje se comenzó a complicar ya que la corriente de Canarias era contraria a su dirección, lo que empieza a crear dudas acerca de la viabilidad de esta expedición.


Aun así, se cree que usaron remos hasta llegar a la Bahía de Arguin, en la actual Mauritania. Allí repararon sus naves y pusieron rumbo hacía la costa marroquí hasta llegar a las columnas de Heracles y después hasta Egipto, poniendo punto y final al viaje.


También hay otra hipótesis la cual nos dice que pudieron haber seguido a pie hasta las colonias cartaginesas situadas en el norte de África, ya que los cartagineses tenían establecidas rutas comerciales con los bereberes de la zona, y que desde allí habrían seguido hasta Egipto en barco. 


Dicho todo esto, veamos si la historia es real o no. El primer dato que os puedo dar es que ni siquiera el propio Heródoto creía en la veracidad de esta historia, luego veremos porqué, así que empezamos bien.


Sin embargo, aunque este sea nuestro inicio, no todo está perdido, ya que tenemos varias pruebas de que esta historia es real, a pesar de que el propio Heródoto desconfiara de ella. 


La primera prueba que tenemos es que, en un punto del viaje, el sol dejó de salir por la izquierda y comenzó a salir por la derecha durante el amanecer. Esto solo es posible en dos situaciones, la primera es que dentro de la tripulación hubiese alguien que se inventara y tuviera la capacidad para ver el futuro, y la segunda es que la expedición navegara a través del cabo de Buena Esperanza, ya que una vez superado, el sol saldría por el lado derecho del barco, este fue el dato que hizo a Heródoto desconfiar de esta historia, ya que le parecía imposible.


La segunda y última prueba que tenemos, son las expediciones cartaginesas de Hannón hacía la región de Bambuque en busca de oro. Esta región de Senegal y Malí es riquísima en oro y los cartagineses solo la pudieron haber conocido si esta expedición hubiera ocurrido. Allí fundaron la factoría de Kerne para la extracción de este mineral. Cabe mencionar que esta expedición fue un fracaso, pero de ella ya hablaremos otro día. 


Bibliografía: 




       

 

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